Ingresé a cumplir la labor de conserje a este colegio a la edad de 42 años, el 1 de septiembre de 1981, cuando estaba como autoridad el Padre Federico Gagliardo. Este año lectivo estoy cumpliendo 30 años de servicio en esta institución. Trabajé muy duro desde que pertenezco a la institución, los primeros años en la Sección Primaria siendo portero
El 1 de septiembre de 1962 ingresé al colegio Sánchez y Cifuentes, a trabajar como portero de la institución, cuando estaba como Rector el P. Alberto Haro. Brindé mis servicios durante 26 años a los salesianos, quienes fueron muy amables y buenos conmigo, con los cuales jamás tuve incomodidades. Prácticamente, puedo considerar como el mejor de los colegios porque prima
Estar en el colegio fue una etapa muy grata para mí: en el deporte, en la vida estudiantil las experiencias que tuve con los profesores, que te enseñan el día a día; siempre te forman como persona; luego que te gradúas extrañas la etapa colegial. En los deportes intercolegiales poder demostrar el amor al colegio en cada encuentro que disputábamos
Recuerdo que la música fue algo importante en la época del colegio ya que en aquellos tiempos sólo mi colegio, el colegio Teodoro Gómez de la Torre y el colegio San Francisco disponían de un grupo de música moderna en el que yo pudiera dedicarme a lo que me apasiona, la música. Ahora, gracias a mucha dedicación y disciplina, en
Recibí una excelente formación por parte de mis profesores; todas esas enseñanzas y valores los estoy aplicando hoy en día como un profesional. Esa base nos ha permitido alcanzar los objetivos y metas que nos habíamos propuesto como jóvenes y ahora lo estamos viendo, siendo padres de familia, siendo hermanos, siendo hijos y profesionales. Lo primero que recuerdo del colegio
Ingresé al colegio a primero de bachillerato en 1979, a Físico Matemático. Recuerdo al licenciado Víctor Núñez, un hombre enérgico que podía ser muy duro pero un buen docente. Me desenvolvía muy bien en mis materias de especialidad. Mi licenciado de dibujo fue José Naranjo, que con el paso de los años, cuando entré a la vida política nos encontramos
Con mi promoción tuve gratos recuerdos, participamos en la construcción de la piscina y el piso del coliseo de la institución. Como sextos cursos, tuvimos la oportunidad de hacer el juramento de fidelidad a la Madre Dolorosa. El Sánchez no sólo me inculcó una buena formación académica, también me dejó valores que siempre han estado presentes en el nombre “manzanillo”:
Recuerdo al Padre Guillermo Torres: cuando nos portábamos mal nos daba duro y nos hacía hacer servicio especial. Fue un sacerdote que nos enseñó a respetar y para mí esa experiencia ha sido muy formativa y hoy descubro lo valioso que fueron esos momentos en el “Sánchez”. Recuerdo las travesuras a los profesores y que, a veces, perdían la paciencia
Ingresé al Colegio en 1974. Empecé a entrenar básquet, gimnasia y atletismo, con el Prof. Alfonso Moreno. Mi vida del colegio fue la mejor época de la vida: responsabilidades limitadas, el control de mis papás y donde forjé mi carácter por medio de la disciplina. Nunca descuidé mis estudios, formé parte del Cuadro de Honor sin problema. Ser “manzanillo” para
Un profesor que marcó grandes recuerdos para nuestra promoción fue el Dr. Rafael Romero Recalde Remache. Un hombre de carácter serio, terco y bastante parco al que nunca se logró sacarle una sonrisa debido a su actitud y que fue conocido como Dr. de las “Erres”. Después de su renuncia y jubilación, nuestra promoción optó por ser llamada informalmente, la