La banda de guerra a través de la historia
La banda de guerra del Colegio Sánchez y Cifuentes tuvo dos momentos. Carlos Rafael Barahona Mera, Inspector y Profesor de Educación Física del colegio entre 1944 y 1969, fue quien impulsó la creación y desarrollo de la misma. El señor Barahona Mera, siendo teniente del ejército ecuatoriano en servicio pasivo, empezó a formar el carácter de los alumnos de ese entonces con una auténtica disciplina que, al decir de muchísimos ex alumnos, fue lo suficientemente enérgica para mantener a raya las humanas pasiones, lo suficientemente delicada para que no maltrate la dignidad personal, lo suficientemente discreta para que sea aplicable a los seres racionales y libres, lo suficientemente abierta y expansiva para que no sea origen de hipocresías y bajezas, lo suficientemente racional para fomentar el bien y atacar el mal. De esta manera, podría decirse que a la formación civil se la reforzó con una alta dosis de formación militar.
El primer intento de banda de guerra se dio en 1949, con un limitado instrumental de tambores y trompetas y con José Villalba como tambor mayor o cachiporrero. La banda de guerra oficial, mejor y completamente equipada data de 1951, estimulando el espíritu cívico de profesores y alumnos. Su uniforme fue el mismo de parada que permitió escoger los de mejor aptitud y desempeño. Pantalón color azul, guerrera azul y plomo, cristina color plomo y guantes blancos. Solo las charreteras y el encordado lo distinguían de todos los demás. Inclusive lo utilizaban los sextos cursos para el juramento a la bandera que lo hacían añadiendo equipo y armamento militar. Fue el primer colegio que, con su banda de guerra, se presentaba de esta manera.
La banda de guerra del colegio gozaba de aceptación y prestigio; que apadrinó la bendición e inauguración de la primera banda de guerra del Colegio Nacional Ibarra. Institucionalizó las dianas sanchistas en cada fiesta patronal. Tuvo la invitación especial para participar en la ciudad de Quito en el magno desfile del cincuentenario del milagro de la Dolorosa del Colegio junto a las mejores del país.
Con la creatividad y experiencia de don Carlos Barahona Mera, la banda de guerra tenía un gran repertorio de marchas coreográficas, que acompañadas de marchas auténticamente militares, establecía la diferencia, ganándose la aceptación y aplauso de la ciudadanía. Además, todo el alumnado del colegio, con su banda de guerra y cachiporrero, fueron los únicos que realizaban el traspaso de honores a la autoridades al estilo estrictamente militar. Al mando de desfile de honor la gallardía sanchista, con su bien marcado y vigoroso paso regular, entregaba su juventud como fundamento de una nueva sociedad.
Su influencia generó el interés de los padres Jorge Ugalde y Rafael Espinosa, salesianos, que bajo la dirección del instructor Carlos Rafael Barahona Mera emprendieran igual preparación en los colegios salesianos de Guayaquil y Cayambe.
A partir de 1970 se hace cargo de la banda de guerra el P. Guillermo Torres, sacerdote multifacético, que con energía y amabilidad, la dirigió hasta 1994 ganándose el respeto y el aprecio de todos por su gran trabajo. Desde ese año asume la dirección de la banda de guerra el Lic. Wilson Reyes, quien gestionó el equipamiento de instrumental nuevo y se aseguró que los estudiantes con méritos académicos tengan el honor de pertenecer a este selecto grupo. Iniciando en el año 2000 hasta la actualidad, la banda de guerra es dirigida por el Dipl. Washington Suasti, quien ha continuado con esta gloriosa tradición en nuestro colegio. Con su acertada orientación la banda de guerra sigue siendo el orgullo del colegio y la animadora de la formación cívica de la juventud sanchista, fiel a su origen y trayectoria.
Fuente: Lic. Carlos Barahona Sandoval – Archivos del Platel
Investigación: Esteban Visarrea, Kevin Dávalos.